Momentos difíciles pasan
por Bilbao, Fernando Llorente se va, deja San Mamés. Su negativa a renovar su
contrato con el club (hay que decir que la cantidad no era precisamente escasa)
ha desembocado en una situación que perjudica tanto al Athletic como al jugador
y que solo va a beneficiar al club comprador.
El Athletic está ahora
en una situación en la que debe dejar irse al jugador, sí o sí, no queda otra.
De no hacerlo se expone a que se vaya gratis dentro de un año. Las palabras de
Josu Urrutia eran claras respecto a que para irse deberían pagar su cláusula…
pero ni mucho menos va a ser así, por el momento no hay ningún club que esté
dispuesto a pagar su cláusula, ni lo habrá. La rueda de prensa de ayer en la
que el presidente comunicaba que Llorente quería irse ha hecho que la cantidad
que se vaya a pagar por él disminuya, el club comprador sabe que el jugador se
irá y no hará un esfuerzo importante por él.
Mientras tanto, Llorente
saldrá también bastante perjudicado. La mayor parte de la afición del Athletic
no quiere verlo ni en pintura, ha dado prioridad a temas económicos y a los
títulos por encima de los valores inculcados en Lezama. Quizás el tema
económico no sea el motivo principal, pero los títulos no deberían serlo tampoco
cuando el conjunto rojiblanco llegó a dos finales la temporada pasada y este año
tiene muchas posibilidades de entrar en Champions. Lo que debe hacer ahora es
irse, cuanto antes, sino tendrá que lidiar con una grada enfurecida que no
quiere verle seguir vistiendo la camiseta de los leones. Con esta decisión ha
renunciado a seguir creciendo con el club, a agradecer al club de su vida todo
lo recibido en estos 16 años, a ser un mito eterno del club… Con él se va una
pieza clave en el club, el icono, la referencia… Un mazazo para el Athletic en
la semana en la que comienza la Liga. Sin embargo, no nos olvidemos que el club
lleva 98 años en la élite, con Llorente ya estaba y sin Llorente seguirá.
También en: Tanda de penaltis
“Una rabona no es un
lujo ni demostración de calidad, es simplemente gritar que tu otra pierna no
sirve para nada” - Claudio Borghi
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